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CARLOS FUENTES La silla del guila
Regres al puerto a hablar con El Anciano del Portal porque
l me lo pidió. All estaba como siempre, vestido de traje cru-
zado, con corbata de moo y el perico en el hombro, las fichas
de dominó sobre la mesa y el mozo sirviendo caf espumante
con artes acrobticas.
 Sintese, Valdivia.
En seguida se dio cuenta, a causa de mis gestos  los ojos de
asombro mal disimulado, la cabeza girando de derecha a
izquierda, las manos abiertas en splica , de que yo deseaba
una reunión privada, no en pleno zócalo de Veracruz.
 Sintese, Valdivia. Cuando las cosas se hacen abiertamen-
te, no provocan sospecha. Es el secreto lo que despierta el olfa-
to de los lobos. Aqu en los portales ni usted ni yo llamamos la
atención. Mire: los buitres han vuelto a volar sobre el Castillo
de Ula. Eso es ms llamativo que un cordial cafecito entre us-
ted y yo...
No dije nada. No pregunt. Saba que El Anciano iba a
hablar. En su mirada se poda adivinar que todo lo que iba a
ocurrir ya haba pasado. Me di cuenta de esta verdad y sent
fro en la espalda. El Viejo era un brujo, es cierto, y saba, Je-
ss Ricardo, de los sutiles pero determinantes cambios de
tiempo y espacio en nuestras vidas. Era la lección profunda de
existencia tan longeva. Espacio y tiempo. Cómo leerlos, pade-
cerlos y ubicarnos en uno y en otro. Y nos plazca o no, el espa-
cio pertenece al orden de lo que coexiste, y el tiempo, al de lo
que sucede. Lo que los une es que ambos, tiempo y espacio,
afectan lo que ya es pero tambin lo posible, lo que puede su-
ceder. En s mismos, son nociones imaginarias. Se necesita la
concreción del aqu y el ahora para que Tiempo y Espacio ten-
gan contenido.
No lo escribió hace muchos aos Susan Sontag? El tiempo
existe para que las cosas me pasen a m. El espacio existe para
que no me pasen todas al mismo tiempo.
En la vida poltica, estrictamente, podemos afirmar que la
casualidad, la sucesión y la recurrencia pertenecen al mundo de
la vida diaria, en tanto que la intensidad, simultaneidad y co-
rrespondencia del tiempo personal, interno, el tuyo y el mo,
querido, son propiedades del alma?
Bueno, t sabes la alegra que es para m tener un compa-
ero en la misma onda. Con quin ms puedo hablar de estas
cosas sino contigo? Con quin ms puedo hacerme entender
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cuando digo que el tiempo que estamos viviendo no es sólo
imaginación e idea, sino una manera productiva de representar
la vida, y que la poltica es una de las maneras de darle exis-
tencia al tiempo?
Quiero creer que El Anciano leyó mi pensamiento. No en
sentido literal, sino gracias a una intuición que es otro nombre,
en l, de la malicia y aun de la perversidad... Un ruco bien chi-
do, pues.
En todo caso, esto es lo que me dijo:
 Mi nico pesar es que conozco todas las historias, pero ja-
ms conocer toda la historia.
 Yo tampoco  me atrev a interrumpir.
 Nadie, es cierto  afirmó con la cabeza entrecana, muy ce-
pillada.
No quise aadir nada. l llevaba la batuta.
 As como se miden las cucharadas de azcar en el caf 
continuó uno debe saber qu cosas cuenta, cundo las cuenta
y a quin se las cuenta...
 Y llevarse un secreto a la tumba?
No s por qu esto le causó tanta gracia y me mostró los
dientes. Por una sola vez, vi hambre en esos caninos.
 Con pesar a veces, por discreción otras, por orgullo la ma-
yor parte del tiempo  dijo , cuntos secretos no revelamos
nunca y sólo muertos nos reprochamos: Si hubiera dicho esto a
tiempo, todo habra sido distinto? Y de repente, hasta mejor?
Yo no iba a apresurar las palabras de El Anciano. Yo me
haba propuesto guardar una distancia formal, respetuosa, que
lo intrigase a l ms que su propio secreto a m. Porque de un
secreto se trataba, Jess Ricardo. Si sumas todas mis visitas al
portal de Veracruz, puedes pensar que vine porque Mara del
Rosario me lo pidió como parte de mi educación poltica, pero
yo entend poco a poco que en realidad el Viejo se guardaba un
secreto y esperaba el momento para sacarlo a la luz. Sera co-
incidencia, capricho o azar, al principio. Pero al final de cuentas
sera fatalidad, sera necesidad.
Ahora yo era el secretario de Gobernación en el momento en
que el Presidente haba muerto y el Congreso se dispona a
nombrar Presidente Sustituto para cumplir lo que quedaba del
mandato de Lorenzo Tern y convocar a elecciones. Mi educa-
ción poltica, origen  qu remoto me parece hoy! de estos
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viajes a Veracruz, era hoy mi decisión poltica. Quin sera el
Sustituto? Y quines, los candidatos en el 2024?
Ya saba que con El Anciano del Portal, las sentencias
precedan, como un hors d'oeuvre, a los platos fuertes. [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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